viernes, 14 de agosto de 2009

Ya no hay arriba y abajo, pero todavía no nos encontramos



El miercoles fuimos a Chorro Abajo, Izalco, en las faldas del volcán.
En Chorro Abajo, los caseríos se llaman segun la familia predominante.
Caserío Los Dominguez.
Caserío Los Diaz
Caserío Los Alvarado
Conocí a una señora llamada María Rodriguez Diaz
a otra que se apellidaba Diaz Alvarado
y a don Goyo que es Alvarado Dominguez!
Todos son familia, todos viven juntos.
A veces cae lava. La ultima vez dicen fue hace 50 y pico años.
Don Goyo se acuerda, tenía 15.
Cuesta mucho llegar a Chorro Abajo, la calle está en demasiado mal estado.
Los pick ups cobran 75 centavos por el trayecto. No porque sean aprovechados,sino porque al meterse ahí deprecian su carro inmediatamente, y se acaba el negocio.
La mayoría de gente en Chorro Abajo, vive en extrema pobreza, no tienen empleo ni modo de subsistencia. Ellos ciertamente al ser pobres no son parte del mercado, no pueden comercializar bienes entre ellos, no poseen riquezas que intercambiar ni dinero con que comprarlas. No tienen educación de calidad para potenciar sus habilidades. Al no tener como acceder al mercado por culpa de la calle (literalmente al mercado de Sonsonate), están casi condenados a vivir en la pobreza. Al no tener acceso al crédito, no pueden llevar a cabo su iniciativa , lo que de seguro harían a pesar de las situaciones adversas.
Participamos en una asamblea general donde participaron casi 40 personas. No creo que nadie pueda decir que la gente no se interesa por progresar. Saben que no llegamos a regalar nada.
Fuimos a ofrecer y preguntarle a toda la comunidad reunida en asamblea si les parecía e interesaba el plan de microcreditos. Fuimos con un grupo de voluntarios, ademas del voluntario que visita semanalmente la comunidad. Se anotaron 11 personas. Ese mismo día recibieron la primera capacitación, por voluntarios de la ESEN y de la UCA , estudiantes de economía que creen que la principal riqueza es el capital humano, que con un poco de capital economico y social da frutos. Los pobaldores que se inscribieron son , sin duda alguna, personas con habilidades enormes y con muchas ganas de trabajar. Doña Hortensia, por ejemplo, quiere comprar una máquina de coser, una Regina industrial 20 U. (lo apunté) No dudo que hará lindas prendas y que las venderá en el mercado.

Espero también y trabajaremos junto a la comunidad en ello, que en un corto plazo exista una calle que no la obligue a caminar una hora y media para llegar a el mercado.
El mercado es sin duda positivo. La iniciativa privada y personal es fundamental para eliminar la pobreza.
Ya no hay abajo y arriba en una sociedad con economía de mercado. Solo hay afuera y adentro.
Lo malo es que 800,000 salvadoreños estén completamente afuera, hay que lograr que haya inclusión y nuevamente, la inclusión no se dará milagrosamente.
Tenemos que acercarnos a el otro. Hay muchísimo que aprender de ellos. Tenemos que considerarlos en la construcción de nación. Son comunidades pacíficas y sanas. La falta de oportunidades , el desempleo y el ocio que implican estos males, es el caldo de cultivo de las pandillas, cuyos crímenes nunca son justificados, pero cuyas causas son reales y evitables.
La exclusión social es el principal problema de este país, la pobreza es, a la vez, una de sus facetas y mayores consecuencias.

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